La contabilidad, se basa en una serie de principios que en su conjunto ayudan a obtener un criterio común, actuando como base de referencia. El Plan General de Contabilidad (PGC), establece 6 principios contables. En este post vamos a ilustrar el Principio de Prudencia, principio que obliga a registrar los ingresos solo cuando se produzcan y los gastos cuando se conozcan.

En relación a los principios hay que tener en cuenta que, en los casos de conflicto entre principios contables, deberá prevalecer el que mejor conduzca a que las cuentas anuales expresen la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la entidad.

Que es el Principio de Prudencia

El principio de Prudencia está definido en el PGC dentro del Marco Conceptual donde se establece que:

“Se deberá ser prudente en las estimaciones y valoraciones a realizar en condiciones de incertidumbre. La prudencia no justifica que la valoración de los elementos patrimoniales no responda a la imagen fiel que deben reflejar las cuentas anuales.

Asimismo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 38 bis del Código de Comercio, únicamente se contabilizarán los beneficios obtenidos hasta la fecha de cierre del ejercicio. Por el contrario, se deberán tener en cuenta todos los riesgos, con origen en el ejercicio o en otro anterior, tan pronto sean conocidos, incluso si sólo se conocieran entre la fecha de cierre de las cuentas anuales y la fecha en que éstas se formulen. En tales casos se dará cumplida información en la memoria, sin perjuicio de su reflejo, cuando se haya generado un pasivo y un gasto, en otros documentos integrantes de las cuentas anuales.

Excepcionalmente, si los riesgos se conocieran entre la formulación y antes de la aprobación de las cuentas anuales y afectaran de forma muy significativa a la imagen fiel, las cuentas anuales deberán ser reformuladas.

Deberán tenerse en cuenta las amortizaciones y correcciones de valor por deterioro de los activos, tanto si el ejercicio se salda con beneficio como con pérdida.”

Esta regla contable obliga a situar a la entidad en el escenario más conservador posible, debiendo de anticipar las pérdidas, por ejemplo, mediante una provisión, aunque exista una posibilidad remota de que dichas pérdidas no llegue a producirse. Es decir, si existe una probabilidad alta que de un gasto se produzca, como consecuencia de un acontecimiento ocurrido durante el ejercicio, este gasto debe registrarse en las cuentas.

Incluso si ocurre un hecho que ocasione un gasto significativo cuando el ejercicio está cerrado y las cuentas aún no se han formulado, el hecho se informará igualmente en la memoria.

En la definición del Principio de Prudencia, se establece claramente que el gasto o riesgo, se registrará independientemente del resultado de la entidad, incluyendo las depreciaciones o deterioros que afecten a bienes de la entidad.

De esta manera, la aplicación del Principio de prudencia favorecerá el reflejo de la realidad económica de la entidad con la mayor exactitud posible.

En definitiva, los gastos o pérdidas, se registrarán en el momento en el que se tenga conocimiento, mientras que los ingresos solo se contabilizarán en el momento, o ejercicio, en el que se produzcan o se devenguen. Esto obliga a reflejar dichos riesgos o gastos, tanto en el balance y pérdidas y ganancias, como en la memoria.

Ejemplos del Principio de Prudencia

Consideramos interesante explicar algunas situaciones en las que el principio de Prudencia puede resultar útil.


Dudas sobre la cobrabilidad de un crédito a un cliente.

La entidad posee un importe a cobrar que asciende a 10.000 euros de un cliente. El cobro de este crédito se ha retrasado 6 meses por encima de lo habitual. Adicionalmente la entidad, por otras fuentes externas, ha conocido que este cliente está pasando por dificultades de liquidez. Además, cuando llama para reclamar el crédito pendiente, no obtiene ninguna respuesta.

Si aplicamos el principio de prudencia, la entidad debe provisionar este crédito pendiente de cobro, como de dudoso cobro, puesto que tiene indicios de que no podrá cobrar ese crédito. Independientemente de que en el futuro lo cobre.

Asientos a realizar, para registrar la provisión por morosidad del saldo del cliente del cobro pendiente:

  • Reclasificación del cliente a una cuenta de clientes morosos:
CUENTATÍTULODEBEHABER
430Clientes10.000 
436Clientes dudoso cobro 10.000
  • Dotación de la provisión por morosidad:
CUENTATÍTULODEBEHABER
694Deterioro de valor de créditos por op. Comerciales10.000 
490Pérdidas por deterioro de créditos por operaciones comerciales 10.000

Este tipo de provisiones de créditos, basados en el Principio de prudencia, otorga a las cuentas una objetividad sobre la situación real de la entidad.


Provisión por otras responsabilidades.

En diciembre, una entidad cuya actividad es la explotación minera, ha provocado un vertido sobre el río próximo a la mina. Este hecho, obligará a la entidad a afrontar los gastos de descontaminación, así como indemnizar a los afectados por daños y perjuicios.

La entidad estima que la cifra de gastos e indemnizaciones asociadas al vertido ascenderá a 10 millones de euros en los próximos 5 años.

Según el Principio de Prudencia, la entidad deberá registrar una provisión en sus cuentas por el importe de los gastos, asociados al vertido, que deberá afrontar en el futuro.

Asiento a realizar, para registrar la provisión por la responsabilidad sobre el vertido:

CUENTATÍTULODEBEHABER
678Gastos excepcionales10.000.000 
142Provisión para otras responsabilidades 10.000.000

Al registrar la provisión, las cuentas estarían reflejando la imagen fiel de la situación de la entidad, al informar de los riesgos futuros que posee la entidad en dicho momento, como consecuencia de un hecho ocurrido durante el ejercicio.


Hecho posterior ocurrido entre la formulación y la aprobación de las cuentas.

La entidad ha formulado sus cuentas anuales del año 202X, el 1 de febrero de 202X-1. El 1 de marzo ocurre un terremoto que derrumba una de las fábricas de la entidad, provocando grandes daños materiales. La Junta de accionistas aún no ha aprobado las cuentas.

Debido a la relevancia y significatividad del acontecimiento, la entidad reformula las cuentas del ejercicio 202X el día 31 de marzo de 202X-1, para indicar en la memoria la repercusión del terremoto en la actividad.

Este hecho es muy importante y significativo, el uso del Principio de Prudencia en esta situación es vital para que, en su aprobación, las cuentas anuales reflejen toda la información significativa para ayudar a tomar la mejor decisión y la más oportuna para los usuarios de ésta.

El principio de Prudencia obliga a las entidades a situarse en un escenario conservador, informando en las cuentas de todos los riegos presentes y conocidos por la entidad, y evitando que la entidad registre ingresos que no hayan ocurrido. Este Principio permite obtener una imagen más fiable de la situación al manejar con cautela la contabilidad para anticiparse a las pérdidas, obteniendo así, una información más exacta y confiable ,y permitiendo adoptar las decisiones más objetivas.

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